Primavera - 50x50 cms - óleo sobre tabla - Diana Iniesta
Barro
Con pellas de barro
y ramitas que ya cayeron
las golondrinas, los vencejos y los aviones
construyen los nidos que les guardan
de la intemperie.
En el alfar de la creación,
cuando todo era nada,
de barro fueron moldeados los primeros seres,
de barro y aliento, para levantar del suelo
lo que tierra fue y de la tierra nació.
Génesis del barro es el adobe
que se forja en ladrillos con manos de niño
y coste de salud, escuela e infancia
en el Altiplano de los Andes.
Alli nace, mezclado con hierbas y paja brava,
y en la época de lluvias
el viento le arranca sonidos, soplando
entre sus cuerdas
sus canciones de quena, tarka y chirimía.
De barro son los boles
donde se cuece la sopa de la vida,
de barro las fortificaciones y las atalayas,
de barro los confines del universo,
las madrigueras de las estrellas
y las negras solanas del cosmos,
de barro también, la música que suena
en las ocarinas,
de barro los amores de los hombres y las mujeres,
de barro sus hijos y sus sueños
y de barro y agua los primeros mayas
nacidos en Cuauhtemallan,
la tierra de las grandes florestas.
Y mis poemas… barro son,
vasijas de mis palabras
en las que el agua de la vida
se guarda entre el aceite, la sal, las especias,
los colores y los silencios
que de barros sueñan,
como el pigmento y la argamasa
con que tú pintas y cuentas y cantas
tus emociones de barro…
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